
Trip Advisor tiene un planisferio con la atracción más votada en cada país; no asombra que el Museo de Orsay lo sea en el caso de Francia; el edificio es bellísimo y la colección está maravillosamente dispuesta. Yo lo prefiero al Louvre, que es como si a uno le tiraran un dinosaurio encima (inabarcable), pero obvio, a este último hay que ir también.

Museo Quai Branly-Chirac es el que considero museológicamente más moderno de todos los que visité en este tour. Me hizo recordar, hace ya unos años, al Museo del Indio Americano en Washington.
Luego de caminar la Rue Cler y degustar una pizza cuatro quesos, subimos a la icónica Torre Eiffel. Seguramente mi comentario va a quedar desactualizado porque sé que la han rodeado de vidrios, pero al ras del suelo me pareció algo descuidado el lugar. La cantidad de público y la abundancia de controles le sacan algo de magia a la experiencia, al menos para mí.
(fotos en mi cuenta de instagram @elviajeroinvernal)
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