sábado, 27 de abril de 2019

Florencia, la ciudad artística (Jueves 24/01/2019 a Sábado 26/01/2019)

“Estaba en una especie de éxtasis, de la idea de estar en Florencia, cerca de los grandes hombres cuyas tumbas que había visto. Absorto en la contemplación de la belleza sublime… llegué al punto en el que uno se encuentra con sensaciones celestiales… todo habló tan vívidamente a mi alma. Ah, si pudiera olvidar. Tenía palpitaciones del corazón, lo que en Berlín que ellos llaman “nervios”. La vida fue drenada de mí. Caminé con el miedo a caer”. Stendhal
"Todo sobre Florencia parece estar coloreado con un tono violeta suave, como el vino diluído" Henry James
"To see the sun sink down, drowned on his pink and purple and golden floods, and overwhelm Florence with tides of color that make all the sharp lines dim and faint and turn the solid city to a city of dreams, is a sight to stir the coldest nature." - Mark Twain
“Among the four old bridges that span the river, the Ponte Vecchio, that bridge which is covered with the shops of jewelers and goldsmiths, is a most enchanting feature in the scene. The space of one house, in the center, being left open, the view beyond, is shown as in a frame; and
that precious glimpse of sky, and water, and rich buildings, shining so quietly among the huddled roofs and gables on the bridge, is exquisite". - Charles Dickens
“And when I thought of Florence, it was like a miracle city embalmed and like a corolla, because it was called the city of lilies and its cathedral, St. Mary of the Flowers.”

Marcel Proust


Definí anteriormente a Nápoles como la ciudad caótica; llega el momento de hablar de Florencia, la ciudad artística. Se trata (entre muchas otras cosas) de un complejo de museos, galerías e institutos de arte.

Debo admitir que Florencia cumple mi primer
requisito respecto a las ciudades que me gustan; su contacto con el agua. Para mí, una ciudad "normal" es aquella que se encuentra al lado del mar (y lo usa, que no le da la espalda como Buenos Aires) o es atravesada por un río (que esto suceda tiene orígenes comerciales y en algunos casos de provisión de agua, pero hoy en día aporta muchos otros matices). Sin embargo, si tuviese que hacer un ránking de las cinco ciudades principales que conocimos en Italia, yo la ubicaría en cuarto lugar (Venecia/Roma/Milán/Florencia/Nápoles) de acuerdo a mi gusto personal.
Detallo a continuación nuestras actividades durante los tres días que le dedicamos:

PRIMERA JORNADA
Desayunamos en Macchiavelli Palace. Se trata de un buen hotel, pero me frustré un poco por la referencia previa acerca de que se erguía sobre un convento
medieval. Creo que fue un error quedar entre chicha y limonada en ese aspecto; o uno va a alojarse en un claustro (y acepta las limitaciones funcionales del caso) administrado por religiosos o uno disfruta de las comodidades de un hotel nuevo. Es un lugar remozado para parecer antiguo, y en general no lo logra.
Retiramos la FIRENZE CARD; uno compra una de estas tarjetas para ahorrar. Son muy útiles, la contra es que tal vez durante 72 hs. uno debe permanecer en una misma ciudad entrando y saliendo de los museos (y se marea un poco).
Fuimos luego al Museo de San Marcos y a la Piazza San MarcosPedimos turno para ir al Duomo (Catedral de Santa María del Fiore) -gestión más compleja de lo que uno pudiese imaginar. Fuimos luego a la Basílica de la Santísima Anunciación y comimos Pizza alla Florentina en Il Cavallino (los mozos los convocan a entrar prometiendo que no cobran cubierto y/o servicio -no le crean a ninguno salvo que esté previamente especificado en algún anuncio o en el menú-) Visitamos la Museo Casa del
Dante (se trata en realidad de un edificio ambientado en su época que contiene un museo muy interesante sobre la misma); la Galería de la Academia (donde está el David) también la Casa BuonarrotiBasílica de la Santa Cruz (con sepulcros de Maquiavelo, Miguel Ángel, Galileo) y luego el Museo GalileoPonte Vecchio y el Museo Ferragamo (original y glamoroso; había una muestra sobre la influencia de la firma en los films de la época dorada de Hollywood).
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SEGUNDA JORNADA
Visitamos la Capilla Medici (por lejos lo que más
me impresionó de esta ciudad), luego la Biblioteca Medicea Laurenciana. Hicimos la cola para entrar a la cúpula del duomo (desde el balcón vimos la catedral desde arriba, no hicimos la cola para entrar a verla en superficie -suficientes colas por un día-). Luego fuimos al Baptisterio de San Juan, al Museo dell'Opera del Duomo (entendamos "Opera" como "obra), y al Museo BargelloAlmorzamos en el Mercado de San Lorenzo unos fideos baratos de parado (la versión pasta del fast-food; como experiencia está bien, pero yo no repetiría. Entramos a la Basílica de San Lorenzo, al Palacio Medici Riccardi. Volvimos al hotel para dormir una siesta y luego retomamos con
la Plaza de la República la Galería Uffici ("LA" GALERÍA) y el Palazzo Vecchio.
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TERCERA JORNADA
Comenzamos por la Basílica de Santa María Novella (Iglesia y Museo). Caminamos junto al Río Arno cruzando sus numerosos puentes. Luego fuimos al Palazzo Pitti (que incluye la Galleria Palatina, los Appartamenti Reali y el Jardín de Boboli.
Como no sólo de museos vive el hombre (y la mujer) nos dirigimos en las afueras al gigantesco mall I Gigli, donde compramos en Primark.


(las fotos corresponden a los lugares destacados en rojo; encontrarán otras en mi cuenta de instagram @elviajero invernal)





Región de Toscana (Florencia + Provincias de Lucca, Siena y Pisa)

En la Región de Toscana, pudimos visitar las provincias de Florencia, Lucca, Siena y Pisa.

"El nombre es antiquísimo y deriva del epónimo usado por los griegos y los latinos para definir la tierra habitada por los etruscos: "Etruria", que evolucionó luego a "Tuscia" y de ahí a "Toscana". Incluso los confines de la actual Toscana se corresponden con la línea máxima de la Etruria antigua, que comprendían incluso partes de las actuales regiones del Lacio y de Umbría, hasta el Tíber [...] La región de Toscana es una de las mayores y más importantes regiones italianas por su patrimonio artístico, histórico, económico, cultural y geográfico. Está ubicada en la zona central de Italia y es una de los principales destinos turísticos del país."

viernes, 19 de abril de 2019

Hiato (Miércoles 23/01/2019)

No siempre pueden evitarse los "tiempos muertos" en un viaje; hay traslados que objetivamente llevan tiempo, por ejemplo: "La distancia más corta (línea recta) entre Florencia y Isla-De-Capri es 433,67 km. La ruta más corta entre Florencia y Isla-De-Capri es de 513,40 km según el planificador de ruta. La duración del trayecto es de aproximadamente 5h 49min". Imaginen tomar desde Anacapri un bus a Marina Grande, luego un ferry a Napoles, tren Italo de alta velocidad a Florencia (que tuvo cuarenta minutos de demora). Si calcularon mal la hora (demasiado tardía) pueden adelantarla usando el servicio
"Parti Ora" (10 Euros); no se pueden cambiar boletos adquiridos con descuento en muchos casos, tienen una menor flexibilidad. Pero es posible que les tome la mayor parte del día. Es cuestión de aprovechar para relajarse; a la mañana siguiente hay que continuar...

Capri (y Anacapri) Lunes 21/01/2019 y Martes 22/01/2019

Con este posteo cumplimos el de fin de la primera etapa de nuestro viaje a Italia (y despedida de la región de Campania).

Nos fuimos a tomar el ferry al puerto de Sorrento; llegamos al de Capri. Tomamos el bus a Anacapri (donde ibamos a alojarnos; es una zona más residencial y menos turística que la ciudad de Capri). Llegamos a  un hotel-boutique llamado Bettola de Re (muy recomendable). Almorzamos queso, pan con mayonesa, y de postre,chocolate + café. Fuimos luego al centro histórico de Anacapri.

Nos encontramos con la Iglesia de San Michelle Arcángelo, famosa por su piso, pero cerrada por reparaciones. Bordeamos la Villa San Michelle y vimos la Escalera Fenicia (aunque no nos atrevimos a utilizarla). Esa noche el evento televisivo era la premiere de la animación Adrián (de Adriano Celentano) por Canal 5 con presentación en directo desde un teatro de Verona.


Desayunamos en Bettola del Re, nos dirigimos a la piazzeta principal de Capri. Visitamos los bellísimos (aunque fuese invierno) Giardini di Augusto. Recorrimos la Via Krupp  desde donde pudimos observar la Marina Piccola, I Faraglioni y la Certosa de San Giacomo. Volvimos a la piazzeta donde, valga la redundancia, comimos unas pizzetas. Retomamos la caminata y vimos el Arco Naturale, en camino hacia Villa Jovis.

Entre el 27 y el 37 D.C. el Emperador Tiberio convirtió a Capri en la capital del Imperio Romano, y Villa Jovis fue la mayor de las doce residencias que se hizo construir. Se dice que allí convocaba a sus enemigos políticos para hacerlos arrojar al precipicio.

Habíamos consultado por internet los días y horario de atención; llegar allí nos tomó horas; cuando arribamos todavía nos quedaba por delante bastante tiempo para recorrerla. Sin embargo, la misma se encontraba cerrada, la cerca de madera cerrada con cadenas.

Comencé a aplaudir y a gritar preguntando si había alguien; ninguna respuesta. Logramos ver gente caminando entre las ruinas y cuando los vimos salir les preguntamos y nos indicaron cómo habían entrado subrepticiamente.

Como muchas otras veces en este viaje, era en ese momento o nunca. Y fue en ese momento que nos atrevimos a lo inaudito; ingresamos de cualquier modo, recorrimos, tomamos fotos y huimos, como prófugos de la ley que nos obligaron a ser ;-d


(las fotos corresponden a los lugares destacados en rojo; encontrarán otras en mi cuenta de instagram @elviajero invernal)






sábado, 13 de abril de 2019

Positano & Sorrento (Domingo 20/01/2019)


Luego de una deliciosa picada en Nocelle, debíamos bajar la escalinata hasta Positano Algunos dicen que son 1700 peldaños, otros 1500, les dejo este relato que sostiene que son 1750: Un paseo desde Nocelle hasta Positano Escalones más, escalones menos, son muchísimos. Era ya muy pasado el mediodía y Booking decía que debíamos llegar a más tardar a las 17 hs. porque no había gente siempre en la recepción del Hotel Casa Albertina. Extenuados como estábamos de nuestra aventura en El Sendero de los Dioses, comenzamos un descenso contra reloj. Llegamos minutos antes
de esa hora, sólo para danos cuenta que al finalizar la escalera nos encontrábamos en la costanera de Positano, mientras el hotel se hallaba del otro lado de la ciudad (y en altura, como casi todo en la pesadilla escheriana -dicho con mucho amor- que es Italia). Cuando arribamos al hotel, estábamos sin aire, jadeando. Todo para que nos dijeran que en realidad la recepción estaba abierta las 24 hs... La experiencia del hotel fue buenísima, muy bien habitación, la mesa en el balcón, la vista, el desayuno al día siguiente; pudimos visitar la la  Iglesia de Santa María Assunta . Esperamos el bus hacia Sorrento frente al Bar Internazionale . Llegamos al Palazzo Tazzo (que
tenía una increíble ventana en el techo de la habitación con muchos controles para manejarla y dónde nos regalaron unas pantuflas que luego conservamos). La recepcionista fue tan amable y sutil al recomendarnos el Restaurant La Fenice que no capté la intertextualidad de su discurso: seríamos bien recibidos siempre y cuando el hotel nos anunciara antes; no queriendo comprometernos antes de conocer el lugar, no tomamos el consejo. Grave error, como pueden leer en mi Crítica del restaurante La Fenice en TripAdvisor Traducción a continuación: "Ordenamos dos platos de pasta;
después de cuarenta minutos todavía estábamos esperando. El 
maitre (o jefe de meseros) no nos prestaba atención, simplemente seguía hablando con la gente de otras mesas. Cuando le reclamé acerca de la demora, preguntándole si iba a tomar más tiempo, creo que trató de hacer una broma (que no funcionó conmigo): "Desea usted que tarde más tiempo?" Luego el nos dijo que la pasta estaría lista pronto, y así sucedió 😠 Recorrimos luego la Marina Grande, Villa Comunale (un parque), el Claustro de San Francisco (que estaba siendo remodelado) y tomamos un helado. A la mañana siguiente fuimos a una tienda llamada Foto Aminta porque nos habíamos olvidado el adaptador y el cargador del celular en Positano; mientras yo volví al hotel, Adriana fue a la catedral y dos iglesias más; también al Vallone dei Mulini.



(las fotos corresponden a los lugares destacados en rojo; encontrarán otras en mi cuenta de instagram @elviajeroinvernal)


sábado, 6 de abril de 2019

De Amalfi al Sendero de los Dioses (Bomerano-Nocelle; sábado 19/01/2019)


Empezamos el día en Amalfi, en Il Vicoletto. Fuimos a desayunar a la Pasticcería Leone. Visitamos la Catedral de San Andrés Apóstol. Tomamos el bus a AgerolaAllí comenzamos a recorrer El Sendero de los Dioses (Sentiero Degli Dei); desde Bomerano hasta Nocelle; durante el trayecto, varias veces empezó a llover. Nos teníamos que poner las capas enseguida porque los bolsos contenían los pasaportes y otra documentación importante. El tema es que el "sendero" (la nada misma) estaba señalizado de vez en cuando con una marquita de pintura roja sobre alguna piedra.Se vé que con tanta agua y las capuchas nos perdimos alguna. Llegamos a un hueco entre dos arbustos espinosos. Lo atravesamos, pero yo no dejaba de pensar "por acá no puede ser". Pasamos y había una bifurcación y ambas rutas terminaban en la nada, ahí en vacío de la montaña. Volvimos sobre nuestros pasos, seguía lloviendo, y estabamos oficialmente perdidos y sin saber dónde (porque de vez en cuando había un mosaiquito de emergencia "llame al #118 -igual no teníanos datos en el celu- y diga que está en el 12", pero en ese lugar exacto, nada. 

En eso aparecen, con sus respectivas y coloridas capas plásticas, una pareja de japoneses de mediana edad con su hijo adolescente. Estaríamos a veinte metros unos de otros y el padre llevaba la voz cantante y aparentemente tenía cero conocimiento de  inglés. Les decimos que estamos perdidos, que no reencontramos el sendero, conferencian entre ellos y el japonés empieza a apuntar con el dedo un camino hacia arriba "Poshitano, Poshitano" Cuando empezamos el Sendero habíamos visto a una pareja de ingleses de unos 30 años. Nos dimos cuenta que él llevaba una mochila a la espalda y ella, flaquita, un nenito grande (le colgaban las piernas). Pensamos "qué locos, venir con un nene a algo así" (aunque en todos lados dice "dificultad moderada" para nosotros no fue de ese modo). Cuatro horas después desfallecíamos. No llegábamos nunca a Nocello. Vemos venir a la pareja con el nene, se les había adosado un perrito. Le pregunto, muerto de risa: ¿Ustedes ya llegaron a Nocello y están volviendo?. El inglés me mira y me dice: "Llegamos hace rato, hay un lugar para comer. Nos sentamos tomamos vino, comimos unas bruschettas, descansamos un rato y ahora estamos volviendo" 😳🤦🏻‍♂ Le conté esto mismo a un amigo fan del señor de los anillos y me dice "Eran Sam y Frodo en camino a Mordor". Nunca mejor dicho.





(las fotos corresponden a los lugares destacados en rojo; encontrarán otras en mi cuenta de instagram @elviajeroinvernal)