Ya en el avión, Latam estrenaba menú (1 plato vegetariano -gnocci de mandioca con hongos-, 1 plato internacional, 1 local del punto de embarque). A la mañana siguiente desayunamos wafles con dulce de leche y naranja.
Nos había puesto de mal humor la tardía e injustificada cancelación de nuestra reserva en el Appart In Cité Trevisé. El tema de las azafatas rociándonos con un aerosol desinfectante antes de llegar a París no mejoró mucho el ambiente; tampoco la lentitud del sector migraciones del aeropuerto. Una vez que tomamos un taxi oficial, el asunto empezó a mejorar. Vimos a los inmigrantes mendigando en la autopista, pero también al legendario Stade de France. Todos los parisinos con los que tratamos fueron, en mayor o menor medida, amables y colaborativos (y toleraron nuestro inglés). Llegamos al Hotel du Jura (Rue Jarry 6), reservado a último momento y que tenía pésimos comentario en tripadvisor. La escalera caracol era una dificultad para el equipaje, pero el resto nos pareció bien para un hotel económico.
Nos alojabamos en el 10th arrondisemment, 38th quartier, cerca de la Porte Saint-Denis, un barrio multicultural y multiétnico (doy fe) que la red anunciaba como peligroso (no coincido; estuvimos alertas pero nada nos sucedió y el ambiente era muy festivo y agradable). Estabamos próximos a la gran estación Strasbourg-Sant Denis pero más cerca aún de la de Château d'Eau.Retiramos Paris Museum Pass (amortizada enseguida de los cinco días válidos) de la oficina de turismo. Comimos por la calle crepes con azúcar (no encontré crêpes Suzette, como deseaba el Dr. Smith en Lost in Space) y panini con queso y pollo. Algo cansados, sólo hicimos un paseo de reconocimiento, caminando por el Jardín de las Tullerías, Plaza Concorde (con su Noria) y vimos a lo lejos la Torre Eiffel.
( Pueden encontrar las fotos correspondientes en mi cuenta de INSTAGRAM @elviajeroinvernal )
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