sábado, 13 de abril de 2019

Positano & Sorrento (Domingo 20/01/2019)


Luego de una deliciosa picada en Nocelle, debíamos bajar la escalinata hasta Positano Algunos dicen que son 1700 peldaños, otros 1500, les dejo este relato que sostiene que son 1750: Un paseo desde Nocelle hasta Positano Escalones más, escalones menos, son muchísimos. Era ya muy pasado el mediodía y Booking decía que debíamos llegar a más tardar a las 17 hs. porque no había gente siempre en la recepción del Hotel Casa Albertina. Extenuados como estábamos de nuestra aventura en El Sendero de los Dioses, comenzamos un descenso contra reloj. Llegamos minutos antes
de esa hora, sólo para danos cuenta que al finalizar la escalera nos encontrábamos en la costanera de Positano, mientras el hotel se hallaba del otro lado de la ciudad (y en altura, como casi todo en la pesadilla escheriana -dicho con mucho amor- que es Italia). Cuando arribamos al hotel, estábamos sin aire, jadeando. Todo para que nos dijeran que en realidad la recepción estaba abierta las 24 hs... La experiencia del hotel fue buenísima, muy bien habitación, la mesa en el balcón, la vista, el desayuno al día siguiente; pudimos visitar la la  Iglesia de Santa María Assunta . Esperamos el bus hacia Sorrento frente al Bar Internazionale . Llegamos al Palazzo Tazzo (que
tenía una increíble ventana en el techo de la habitación con muchos controles para manejarla y dónde nos regalaron unas pantuflas que luego conservamos). La recepcionista fue tan amable y sutil al recomendarnos el Restaurant La Fenice que no capté la intertextualidad de su discurso: seríamos bien recibidos siempre y cuando el hotel nos anunciara antes; no queriendo comprometernos antes de conocer el lugar, no tomamos el consejo. Grave error, como pueden leer en mi Crítica del restaurante La Fenice en TripAdvisor Traducción a continuación: "Ordenamos dos platos de pasta;
después de cuarenta minutos todavía estábamos esperando. El 
maitre (o jefe de meseros) no nos prestaba atención, simplemente seguía hablando con la gente de otras mesas. Cuando le reclamé acerca de la demora, preguntándole si iba a tomar más tiempo, creo que trató de hacer una broma (que no funcionó conmigo): "Desea usted que tarde más tiempo?" Luego el nos dijo que la pasta estaría lista pronto, y así sucedió 😠 Recorrimos luego la Marina Grande, Villa Comunale (un parque), el Claustro de San Francisco (que estaba siendo remodelado) y tomamos un helado. A la mañana siguiente fuimos a una tienda llamada Foto Aminta porque nos habíamos olvidado el adaptador y el cargador del celular en Positano; mientras yo volví al hotel, Adriana fue a la catedral y dos iglesias más; también al Vallone dei Mulini.



(las fotos corresponden a los lugares destacados en rojo; encontrarán otras en mi cuenta de instagram @elviajeroinvernal)


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