Nunca antes había tomado un AVE hasta que hicimos el trayecto Córdoba-Madrid, donde alcanzó los 270 km por hora; me pareció fantástico. Y pronto volvimos a repetir la experiencia para una excursión ida y vuelta en el día a Toledo. Si tuviera que limitar mi definición de este lugar a tres palabras, elegiría "Espadas", "Religión" y "Escaleras".
El acero toledano es famoso desde hace siglos; hay muchos negocios que venden espadas, de todas las épocas y formas, famosas e ignotas, reales e imaginarias (e incluso inspiradas en series y películas actuales).
Comenzamos la jornada desayunando en la Cervecería El Trébol (que tiene mucho más que cerveza), incluyendo ruinas del período musulmán.
Seguimos por las ruinas del Alcázar de Toledo, las cuales se conservan cuidadosamente expuestas en la base del Museo del Ejército. Si bien la historia del ejército español es muy interesante y el museo es extenso, diverso, moderno, debo destacar que me quedó en la memoria el vídeo de la resistencia celtíbera frente al invasor romano en Numancia.
En cuanto a la religión, Toledo ha sido conocida
como La ciudad de las Tres Culturas, por el período en el cual convivieron musulmales, cristianos y judíos. Visitamos la Catedral de Santa María de Toledo y también la menos espectacular Iglesia de Santo Tomé (pagando su entrada se puede apreciar El entierro del señor de Orgaz (magnífico). Asimismo, fuimos a la Sinagoga del Tránsito, a la Ex-Sinagoga Santa María La Blanca y a la Ermita Cristo de la Luz/Mezquita Bab-al Mardum
Luego nos dirigimos a los restos romanos conocidos como la Cueva de Hércules.
El centro histórico y social de la ciudad es la Plaza de Zocodover (me sonaba raro el nombre por la ciudad inglesa de Dover, pero en realidad viene del árabe sūq ad-dawābb, que significa "mercado de bestias de carga"
Cruzamos el río Tajo, a través del Puente de Alcántara y luego conocimos la Puerta de Alcántara, una de las entradas históricas a la ciudad.
El Monasterio de San Juan de los Reyes que estaba destinado a ser el panteón dinástico de la Reina Isabel La Católica. Los reyes cambiaron de idea luego de la conquista de Granada y sus cuerpos reposan allí.
Resulta particularmente llamativo por las cadenas colgadas en los muros exteriores de la iglesia. Corresponden a los cautivos liberados en la larga campaña de Granada y se colgaron en 1494, como ex-voto y símbolo del triunfo de la fe cristiana.
Un buen lugar para merendar es El Café de las Monjas. En la vidriera pequeñas monjas-muñecas recrean la elaboración del mazapán
Esta mezcla de almendras, azúcar y huevo es postre tradicional navideño en España.
Pero en Toledo, donde se encuentra el primer escrito que le hace referencia hacia 1512, se consume todo el año. Considero que el mazapán que probamos allí era tan caro como delicioso (mucho). Las comidas más sencillas lo son cuando la elaboración es noble.
Para terminar la jornada (y esta nota), debo referirme alal tema de las escaleras. Para alcanzar el centro histórico de la ciudad hay que elevarse, mucho.
El remonte mecánico del Recaredo fue la solución que esta hermosa ciudad encontró.
( TODAS LAS FOTOS PERTE-
El acero toledano es famoso desde hace siglos; hay muchos negocios que venden espadas, de todas las épocas y formas, famosas e ignotas, reales e imaginarias (e incluso inspiradas en series y películas actuales).
Comenzamos la jornada desayunando en la Cervecería El Trébol (que tiene mucho más que cerveza), incluyendo ruinas del período musulmán.
Seguimos por las ruinas del Alcázar de Toledo, las cuales se conservan cuidadosamente expuestas en la base del Museo del Ejército. Si bien la historia del ejército español es muy interesante y el museo es extenso, diverso, moderno, debo destacar que me quedó en la memoria el vídeo de la resistencia celtíbera frente al invasor romano en Numancia.
En cuanto a la religión, Toledo ha sido conocida
como La ciudad de las Tres Culturas, por el período en el cual convivieron musulmales, cristianos y judíos. Visitamos la Catedral de Santa María de Toledo y también la menos espectacular Iglesia de Santo Tomé (pagando su entrada se puede apreciar El entierro del señor de Orgaz (magnífico). Asimismo, fuimos a la Sinagoga del Tránsito, a la Ex-Sinagoga Santa María La Blanca y a la Ermita Cristo de la Luz/Mezquita Bab-al Mardum
Luego nos dirigimos a los restos romanos conocidos como la Cueva de Hércules.
El centro histórico y social de la ciudad es la Plaza de Zocodover (me sonaba raro el nombre por la ciudad inglesa de Dover, pero en realidad viene del árabe sūq ad-dawābb, que significa "mercado de bestias de carga"
Cruzamos el río Tajo, a través del Puente de Alcántara y luego conocimos la Puerta de Alcántara, una de las entradas históricas a la ciudad.
El Monasterio de San Juan de los Reyes que estaba destinado a ser el panteón dinástico de la Reina Isabel La Católica. Los reyes cambiaron de idea luego de la conquista de Granada y sus cuerpos reposan allí.
Resulta particularmente llamativo por las cadenas colgadas en los muros exteriores de la iglesia. Corresponden a los cautivos liberados en la larga campaña de Granada y se colgaron en 1494, como ex-voto y símbolo del triunfo de la fe cristiana.
Un buen lugar para merendar es El Café de las Monjas. En la vidriera pequeñas monjas-muñecas recrean la elaboración del mazapán
Esta mezcla de almendras, azúcar y huevo es postre tradicional navideño en España.
Pero en Toledo, donde se encuentra el primer escrito que le hace referencia hacia 1512, se consume todo el año. Considero que el mazapán que probamos allí era tan caro como delicioso (mucho). Las comidas más sencillas lo son cuando la elaboración es noble.
Para terminar la jornada (y esta nota), debo referirme alal tema de las escaleras. Para alcanzar el centro histórico de la ciudad hay que elevarse, mucho.
El remonte mecánico del Recaredo fue la solución que esta hermosa ciudad encontró.
( TODAS LAS FOTOS PERTE-
NECEN A MI CUENTA DE
INSTAGRAM @elviajeroinvernal )
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