Desayunamos con el desayuno del hotel (el más variado y abundante que vimos hasta ahora). Nos fuimos caminando al Palacio de Cnosos; volvimos caminando también, pero bajo la lluvia con un perro que nos cuidaba; nos empapamos. Nos recuperamos durante la tarde en el hotel y luego salimos a recorrer la muralla veneciana. Volvimos caminando por la peatonal luego de llegar hasta la costanera. Cenamos en un restaurante cerca del hotel; estábamos nosotros solos. Compramos en un maxikiosco frente al hotel bananas y chocolate.
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