Antes de comenzar a transcribir mi diario de viaje y reflexiones, quisiera aclarar exactamente en que consistió la visita (que duró treinta y cinco días, desde mediados de Enero de 2019 hasta mediados de Febrero del mismo año).
La llamo Italia 5 (+1) porque se desarrolló en las 5 ciudades principales y sus correspondientes regiones (+1 una de yapa, Liguria). El tema de viajar en invierno a lugares que no son centros de esquí (e inclusive ir a balnearios estivales) imaginarán que tiene sus bemoles; en relación a estos destinos podría haberse llamado también La Italia "Chiusa" ("cerrada" hasta San Valentín, la semana del 25 de Febrero o mejor, hasta marzo; mientras realizan las reparaciones y reformas durante el cese invernal). La filosofía que recomiendo es: "adiós atracción cerrada, bienvenida atracción siguiente." Hay que tener buen ánimo para enfrentar las frecuentes adversidades del clima; creo que se tienen defensas altas generadas por la felicidad que produce viajar. Destaco la necesidad de buenas rodillas para el trekking en adultos mayores; muchas zonas de Italia son particularmente escarpadas.
Una tía mía que vive allí me dijo "los trenes aquí no son como en la Germania." No he tomado aún trenes alemanes, pero si trenes muy puntuales en Francia, Bélgica, España, Inglaterra; y en Italia tomé también trenes de alta velocidad y comunes. No les voy a mentir, hubo algunas demoras, la mayor de cuarenta minutos, pero la verdad no me parecieron tan graves (recuerden siempre que los billetes adquiridos deben validarse en maquinas ad hoc antes de emprender el correspondiente viaje).
Me encontré con la Italia de la Vespa y el Scooter; los cascos urbanos históricos y lo angosto de las calles, los coches estilo Smart a la mitad, los camioncitos de tres ruedas; las calles que pueden ser una escalera o una galería cubierta o descubierta en un complejo de viviendas. Todo le da sentido a esta preferencia sobre ruedas.
En cuanto al espacio público, hay piazzas, piazzettas, campos, campielos y parcos; pero no se los pienso espoilear. En muchos lugares encontramos aún decoración navideña persistente. Elrecio del acceso a baños públicos osciló entre: 0.50, 0.75, 1 Euro, 1.50 (¡¡¡Venecia!!!). Alguna gente critica el globish, el mal inglés internacional con el que nos comunicamos los turistas. Yo le doy las gracias porque en tanto los viajes se extienden nos encontramos más y más con una babel de lenguas y una lingua franca nos presta una gran utilidad.
Los italianos y el café; el cuidado en la preparación, la limitación de acceso y oferta en los desayunos de algunos hoteles. Es un tema al que le prestan mucha atención, como a la comida (los menúes son interesantes de leer, pretenden que la gente coma Antipasto, Primo e Secondo Piatti -Terra e Mare- con contorno, postre, café, licor...). Optimistas del presupuesto y del peso corporal; para bolsillos flacos recomiendo el aperitivo con buffet libre. Ojo que consideran a las pizzas grandes como individuales.
Muchas estatuas de Vittorio Emanuelle II y Humberto I (ah, y de Garibaldi vestido de gaucho, no parece haber renovado su guardarropa cuando volvió a la península desde nuestros pagos del sur). Convienen las tarjetas Verona Card, Firenze Card, Cinque Terre Card, etc. siempre y cuando la suma del valor individual de cada cosa que nos interesa ver (o transportes a usar) supere el costo de éstas.
Recomiendo el uso de consignas para dejar el equipaje cuando emprendemos alguna excursión de pocos días y en particular el servicio de la aplicación NannyBag funcionó a la perfección.
-Lugares comunes acerca de Italia (tener presente el mapa de 1500 que se encuentra al principio de la nota):
Tal vez el mayor lugar común acerca de Italia es la dicotomía Norte vs. Sur y las peculiaridades de cada zona. No voy a excusarme de intentar también trazar una línea, aunque algo difusa. Creo que existe un centro en Roma la ciudad eterna y sus alrededores (aproximadamente los ex Estados Pontificios) como una fuente de proyección político-religiosa mundial y como síntesis del resto de las regiones y ciudades (definiré en más adelante a cada una como caótica, artística, portuaria -no olvidar Civitavecchia-, turística, moderna); en el Norte las ex-repúblicas/ciudades-estado de pasado relacionado a Austria (excepción que confirma la regla: Carlos V) y que quedaron bajo dominio nazi en la República Socialista Mussoliniana con capital en Saló, por cercanía a Europa central, la riqueza en el triángulo industrial Génova-Turín-Milán y Puerto Marghera; en el Sur los territorios de pasado dominio español (Nápoles) o musulmán (Emiratos de Sicilia y Bari), regiones que quedaron prontamente en el bando aliado en la Segunda Guerra Mundial, sufrieron pobreza económica, y tienen cercanía a África.
-Italia & España
Indro Montanelli dijo que Italia era una España cómica y España es una Italia trágica. Creo que puede haber sido cierto en la segunda posguerra, cuando tomaron caminos muy diferentes, pero desde el fin del franquismo y el ingreso de España a la Unión Europea y no es tan así.
Italia fue el turismo antes del turismo (peregrinaciones, Vía Francígena); por momento sentí que la mayoría tolera a los turistas y ve al turismo como una industria más, mientras que en España (origen de los los teóricos del turismo y pioneros en la materia del siglo XX) lo sienten una industria fundamental.
Hay contrapuntos, como Castilla y la Reconquista que avasalló y arrinconó a los regionalismos mientras la Italia montañosa (y lacustre) tenía poblaciones aisladas y de difícil acceso. Ví también coincidencias, la cantidad de mendigos suplicantes y la abundancia de Iglesias (en Italia aún más que en España).
-Italia como un mosaico
Más que un país partido a la mitad, Italia me pareció un mosaico, un conjunto de partes magníficas en sí mismas que juntas se convierten en una obra de arte. Con la lengua italiana como el yeso que une a los pedacitos y que se superpone a los diversos dialectos.
-Italia como un mosaico
Más que un país partido a la mitad, Italia me pareció un mosaico, un conjunto de partes magníficas en sí mismas que juntas se convierten en una obra de arte. Con la lengua italiana como el yeso que une a los pedacitos y que se superpone a los diversos dialectos.
Los invito a disfrutar en mis próximas notas mi dulce Italia, la de La dolce vita y el dolce far niente. La Italia del PREGO, la palabra comodín positiva.
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